Las artes decorativas han desempeñado un papel fundamental en el embellecimiento de espacios tanto interiores como exteriores de edificios, estableciendo colaboraciones entre estudios de arquitectura, artistas y talleres artesanales. Estas comprenden manifestaciones como la cerámica, la musivaria, la ebanistería, la orfebrería, el textil, la metalistería y la vidriera, entre otras expresiones creativas.
En el ámbito de la metalistería en las islas Canarias, destacan elementos de forja como verjas, cancelas, montantes, balcones y remates. El trabajo en metal ha estado presente en la arquitectura insular desde momentos inmediatamente posteriores a la conquista, en elementos funcionales como cerrojos, llamadores, cercas y enrejados. A partir del siglo XIX, se inicia un refinamiento estético paralelo al proceso de industrialización en la producción, lo que conduce a la aparición de estructuras y piezas prefabricadas importadas desde la España peninsular y Europa. Estas presentan repertorios decorativos complejos, que abarcan desde elementos clasicistas hasta motivos vegetales, mitológicos y bestiarios.
En relación a la vidriera en la arquitectura civil, esta ocupa hojas y montantes de puertas y ventanas, así como huecos en escaleras imperiales, zonas nobles, cúpulas y lucernarios. A grandes rasgos, pueden distinguirse los vitrales de tipo institucional y los domésticos. Los primeros ocupan paramentos de equipamientos gubernamentales, administrativos, culturales y recreativos, y disponen de composiciones con emblemas oficiales, alegorías y escenas idealizadas. Por otra parte, las vidrieras domésticas embellecen viviendas señoriales y burguesas, adornando espacios de recepción, tránsito y zonas nobles.
En cuanto a los materiales, se emplean vidrieras emplomadas o unidas mediante argamasa, vidrios incoloros, decoraciones pintadas sobre cristal (vidrieras fingidas), cristales de colores, etc., dispuestos sobre bastidores metálicos o de madera.
El presente repositorio de artes decorativas en Canarias incorpora una selección de vidrieras y forjas presentes en arquitecturas civiles de estas islas e inicia un registro sistemático de elementos, con el fin último de poner a disposición de la ciudadanía el conocimiento de este rico patrimonio.